Los alumnos de Formación y Empleo concluyen la puesta en valor del vivero municipal
Los alumnos del Programa Mixto de Formación y Empleo ‘Empleo Verde 2015’ han concluido las actuaciones para la puesta en valor del invernadero municipal prevista para este curso. Un total de 12 alumnos y un equipo de tres docentes se han encargado de forma permanente de esta labor, en complemento con otras acciones que se desarrollan en diversos puntos de la localidad, como la Isla del Soto, la Escuela Municipal de Hostelería o el Jardín de Signo XXV.
Desde noviembre de 2015, el Programa de Formación y Empleo, cofinanciado por el Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes y el ECyL, ha estado trabajando en la puesta en valor del vivero-invernadero municipal, un espacio que ocupa una parcela de casi 10.000 metros cuadrados ambientalmente sostenible, con bombeo solar y bajo consumo de agua. La recuperación de este espacio fue posible gracias a un proyecto de Cooperación Transfronteriza que ha permitido la puesta en producción actual.
El vivero municipal, además de ser un lugar para la producción ecológica de calidad, pretende convertirse también en un espacio de referencia para la investigación y producción de especies silvestres comestibles y para la recuperación de variedades hortícolas tradicionales en peligro de desaparición.
Los trabajos iniciales en el vivero municipal se centraron en el ámbito forestal, para mejorar, podar o eliminar aquellos ejemplares de chopos y pinos enfermos o mal formados, incompatibles con las futuras acciones a desarrollar. A continuación se trabajó la preparación del terreno de la parcela del vivero municipal y de los invernaderos para la producción, previo análisis de su estado inicial. Se diseñaron sistemas de riego diferentes, en función de los requerimientos hídricos de las especies y variedades a producir y se utilizó la microdifusión para la producción inicial en bandejas y posteriormente, el riego por goteo y el riego por manguera exudante.
Asimismo se pusieron en producción diferentes espacios con la producción de semillas de especies y/o variedades en peligro de desaparición como el Chíchere de Mogarraz (que es una alubia blanca, incluida en el Arca del Gusto del movimiento Slow Food), la de semillas de plantas silvestres comestibles para facilitar la nueva implementación de estos cultivos; la forestal de especies de ribera; la producción hortícola ecológica y la de plantas aromáticas y condimentarias y producción de plantas de temporada.
Parte de la producción hortícola se utilizó para la Remodelación e Implantación del nuevo Huerto Ecológico en los jardines de la Escuela Municipal de Hostelería y parte de la flor de temporada producida se utilizó para su implantación en el Jardín de Signo XXV. Asimismo, para la producción forestal (fresno y aliso) y de plantas silvestres comestibles (colleja), las semillas se recogieron directamente en la Isla del Soto.
En cifras, podemos hablar de que se pueden encontrar más de 600 ejemplares de especies de flor como caléndula, verbena o zinia; más de 300 ejemplares de tres tipos diferentes de albahaca, perejil, mentas, cilantro y laurel; más de 400 plantas de 13 especies o variedades de tomates, pimientos, berenjenas, guindillas y chiles; más de 50 plantas de cuatro variedades de tomates; más de 100 cebollas de tres variedades diferentes; unas 20 plantas de pimiento de dos variedades diferentes; más de 200 plantas de leguminosas de cuatro especies diferentes; unas 200 lechugas de tres variedades diferentes y más de 200 plantas de berenjena, puerros, acelga, calabacín o pepino.
De esta manera, y tras concluir estos trabajos, la concejal del área, Chabela de la Torre, señala que “no se trata de una actuación aislada, y una vez recuperado y puesto en producción el vivero es uno de los grandes activos de nuestro municipio. Trabajaremos para conseguir más fondos que conviertan este espacio en un verdadero centro de investigación y de formación del que sacar el máximo beneficio para Santa Marta”.
Desde noviembre de 2015, el Programa de Formación y Empleo, cofinanciado por el Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes y el ECyL, ha estado trabajando en la puesta en valor del vivero-invernadero municipal, un espacio que ocupa una parcela de casi 10.000 metros cuadrados ambientalmente sostenible, con bombeo solar y bajo consumo de agua. La recuperación de este espacio fue posible gracias a un proyecto de Cooperación Transfronteriza que ha permitido la puesta en producción actual.
El vivero municipal, además de ser un lugar para la producción ecológica de calidad, pretende convertirse también en un espacio de referencia para la investigación y producción de especies silvestres comestibles y para la recuperación de variedades hortícolas tradicionales en peligro de desaparición.
Los trabajos iniciales en el vivero municipal se centraron en el ámbito forestal, para mejorar, podar o eliminar aquellos ejemplares de chopos y pinos enfermos o mal formados, incompatibles con las futuras acciones a desarrollar. A continuación se trabajó la preparación del terreno de la parcela del vivero municipal y de los invernaderos para la producción, previo análisis de su estado inicial. Se diseñaron sistemas de riego diferentes, en función de los requerimientos hídricos de las especies y variedades a producir y se utilizó la microdifusión para la producción inicial en bandejas y posteriormente, el riego por goteo y el riego por manguera exudante.
Asimismo se pusieron en producción diferentes espacios con la producción de semillas de especies y/o variedades en peligro de desaparición como el Chíchere de Mogarraz (que es una alubia blanca, incluida en el Arca del Gusto del movimiento Slow Food), la de semillas de plantas silvestres comestibles para facilitar la nueva implementación de estos cultivos; la forestal de especies de ribera; la producción hortícola ecológica y la de plantas aromáticas y condimentarias y producción de plantas de temporada.
Parte de la producción hortícola se utilizó para la Remodelación e Implantación del nuevo Huerto Ecológico en los jardines de la Escuela Municipal de Hostelería y parte de la flor de temporada producida se utilizó para su implantación en el Jardín de Signo XXV. Asimismo, para la producción forestal (fresno y aliso) y de plantas silvestres comestibles (colleja), las semillas se recogieron directamente en la Isla del Soto.
En cifras, podemos hablar de que se pueden encontrar más de 600 ejemplares de especies de flor como caléndula, verbena o zinia; más de 300 ejemplares de tres tipos diferentes de albahaca, perejil, mentas, cilantro y laurel; más de 400 plantas de 13 especies o variedades de tomates, pimientos, berenjenas, guindillas y chiles; más de 50 plantas de cuatro variedades de tomates; más de 100 cebollas de tres variedades diferentes; unas 20 plantas de pimiento de dos variedades diferentes; más de 200 plantas de leguminosas de cuatro especies diferentes; unas 200 lechugas de tres variedades diferentes y más de 200 plantas de berenjena, puerros, acelga, calabacín o pepino.
De esta manera, y tras concluir estos trabajos, la concejal del área, Chabela de la Torre, señala que “no se trata de una actuación aislada, y una vez recuperado y puesto en producción el vivero es uno de los grandes activos de nuestro municipio. Trabajaremos para conseguir más fondos que conviertan este espacio en un verdadero centro de investigación y de formación del que sacar el máximo beneficio para Santa Marta”.