La Escuela de Hostelería acoge de forma permanente un mural de tamaño único en España
La Escuela municipal de Hostelería luce nueva imagen tras la colocación de un mural de gran formato del artista José Fuentes. Se trata de un políptico de 6 piezas que forman un mural de 400 x 300 cm., realizado con la técnica de grabado al carborundo, cedida por el artista y que ha sido especialmente diseñada para este lugar.
El alcalde de la localidad, David Mingo, explicó que “estamos ante el mayor grabado de España en dimensiones, un homenaje a la Escuela de Hostelería que contiene los elementos básicos de la gastronomía de la provincia: el jamón, la esencia del plato del jamón como materia prima, el hornazo y al fondo nuestra preciosa capital y el espejo donde todos nos miramos”. A este respecto, destacó que “esta cesión es fruto de un acuerdo que realizamos para llevar a buen término la exposición de 50 grabados que hasta ayer estuvo en La Salina y ahora visitará distintos países y volverá a Santa Marta para quedarse de forma permanente, gracias a que Pepe Fuentes es el presidente de la entidad con la que hemos firmado el convenio”. En este sentido, quiso alabar las cualidades del artista, “dando las gracias a la genialidad y la mente que tiene para poder proyectar y llevar a la práctica eso que tiene en la mente. Este es el principio de varios pasos que vamos a dar próximamente, con la intención de situar a Santa Marta en un punto de referencia del arte moderno, aprovechando las sinergias que tiene Salamanca para generar economía local. La idea es hacer de esta Escuela un museo junto con el Ayuntamiento, donde haremos una presentación única; nuestro río Tormes; el centro de interpretación y el arte mural. Son potencialidades que queremos unir de tal manera que generen para Santa Marta un recurso nuevo vinculado al río, la gastronomía y al arte moderno”.
Por su parte José Fuentes, creador de la obra, explicó los motivos que le han llevado a realizar este homenaje al municipio. “He vivido durante 13 años en Santa Marta y fue un periodo muy prolífico porque tuve oportunidad de desarrollar muchos proyectos artísticos. En ello hay reflejos de la Isla del Soto, que cuando yo llegué era virgen y un oasis, era un paisaje y de alguna forma he visto una gran oportunidad a través de mi amigo José Luis García, director de la Escuela, de poder devolver mi gratitud a ese recuerdo que tengo tan estupendo de esta ciudad. Mi circunstancia dentro de la universidad ha dado pie a poder hacer varias cosas: por un lado aportar obras concretas como este grabado mural y luego colaborar en este gran proyecto de transformar esta ciudad en lo que puede llegar a ser un referente en arte y cultural. Tengo una trayectoria de proyectos en los que he trabajado en grandes grabados pero de alguna forma esta imagen es la cumbre porque nunca había realizado un grabado tan grande. Constituía un reto técnico y creativo, pero el reto responde también al lugar, ya que aquí no se podía hacer una pieza que no tuviera unas dimensiones importantes. Además la obra tiene una cosa que choca, que está configurada como una gran mancha en tonos negros. Elegir este color dominante ha sido intencionado intentando reflejar la sobriedad tanto del paisaje como del paisanaje castellano. Tiene asimismo elementos con un carácter simbólico y una identidad, de ahí el jamón y el hornazo, además del vino”.
El alcalde de la localidad, David Mingo, explicó que “estamos ante el mayor grabado de España en dimensiones, un homenaje a la Escuela de Hostelería que contiene los elementos básicos de la gastronomía de la provincia: el jamón, la esencia del plato del jamón como materia prima, el hornazo y al fondo nuestra preciosa capital y el espejo donde todos nos miramos”. A este respecto, destacó que “esta cesión es fruto de un acuerdo que realizamos para llevar a buen término la exposición de 50 grabados que hasta ayer estuvo en La Salina y ahora visitará distintos países y volverá a Santa Marta para quedarse de forma permanente, gracias a que Pepe Fuentes es el presidente de la entidad con la que hemos firmado el convenio”. En este sentido, quiso alabar las cualidades del artista, “dando las gracias a la genialidad y la mente que tiene para poder proyectar y llevar a la práctica eso que tiene en la mente. Este es el principio de varios pasos que vamos a dar próximamente, con la intención de situar a Santa Marta en un punto de referencia del arte moderno, aprovechando las sinergias que tiene Salamanca para generar economía local. La idea es hacer de esta Escuela un museo junto con el Ayuntamiento, donde haremos una presentación única; nuestro río Tormes; el centro de interpretación y el arte mural. Son potencialidades que queremos unir de tal manera que generen para Santa Marta un recurso nuevo vinculado al río, la gastronomía y al arte moderno”.
Por su parte José Fuentes, creador de la obra, explicó los motivos que le han llevado a realizar este homenaje al municipio. “He vivido durante 13 años en Santa Marta y fue un periodo muy prolífico porque tuve oportunidad de desarrollar muchos proyectos artísticos. En ello hay reflejos de la Isla del Soto, que cuando yo llegué era virgen y un oasis, era un paisaje y de alguna forma he visto una gran oportunidad a través de mi amigo José Luis García, director de la Escuela, de poder devolver mi gratitud a ese recuerdo que tengo tan estupendo de esta ciudad. Mi circunstancia dentro de la universidad ha dado pie a poder hacer varias cosas: por un lado aportar obras concretas como este grabado mural y luego colaborar en este gran proyecto de transformar esta ciudad en lo que puede llegar a ser un referente en arte y cultural. Tengo una trayectoria de proyectos en los que he trabajado en grandes grabados pero de alguna forma esta imagen es la cumbre porque nunca había realizado un grabado tan grande. Constituía un reto técnico y creativo, pero el reto responde también al lugar, ya que aquí no se podía hacer una pieza que no tuviera unas dimensiones importantes. Además la obra tiene una cosa que choca, que está configurada como una gran mancha en tonos negros. Elegir este color dominante ha sido intencionado intentando reflejar la sobriedad tanto del paisaje como del paisanaje castellano. Tiene asimismo elementos con un carácter simbólico y una identidad, de ahí el jamón y el hornazo, además del vino”.