El Ayuntamiento cede un espacio en el paseo fluvial y material para que el Centro Ranquines elabore un mural sobre salud mental
El Ayuntamiento de Santa Marta ha cedido un espacio en el paseo fluvial y material para que los integrantes, voluntarios y profesionales del Centro de Día Ranquines elaboren un mural sobre salud mental, una pintura que ya es una realidad en la zona de La Fontana. La iniciativa responde a diversos objetivos ya que tiene un valor terapéutico para los participantes en el proyecto, además de favorecer su integración social a nivel comunitario, pero también sirve como campaña de sensibilización para que los vecinos de Santa Marta tomen conciencia de la problemática de las enfermedades mentales y refuerza la línea de trabajo del Ayuntamiento, que lleva años impulsando los espacios artísticos al aire libre con diversas propuestas de arte mural que además dinamizan el sector turístico en el municipio.
El concejal de Cultura, Francisco Miguel García, quiso resaltar el carácter colaborativo de un proyecto en el que no puede faltar el apoyo del Ayuntamiento: “Tenemos que apoyar todas las propuestas sociales sobre todo en un tema tan importante como es la salud mental y el centro Ranquines es una de las mejores iniciativas sociales que se han presentado en los últimos tiempos, ya que hay un cierto vacío institucional en este sentido. Nosotros como Ayuntamiento estamos muy orgullosos de que esta iniciativa tenga su sede en nuestro municipio, y seguiremos colaborando en todo lo que sea necesario para enriquecer este proyecto”.
El promotor de la idea fue un voluntario del propio centro, Luis Salvador Bueno, que además es el responsable del taller de manualidades y estudiante de último curso de Bellas Artes. A partir de esa idea inicial arrancó un proceso participativo en el que se elaboraron cinco bocetos con ideas sobre la salud mental del que salió el que ya luce en el paseo fluvial de La Fontana y en el que también han participado algunos alumnos del grado medio de Diseño Gráfico del Colegio Maestro Ávila.
A grandes rasgos el diseño consta de una cabeza que representa a las personas y una planta en su interior que simboliza la necesidad de cuidar la salud mental, de esa planta salen distintas piezas de puzzle que son las diferentes dimensiones que componen la complejidad del ser humano, y que son esas piezas que hay que cuidar para que la salud mental sea la adecuada. Junto al diseño se puede leer el lema “Vivir sintiendo, vivir con sentido y en comunidad”, y las palabras “Salud Mental” que se han formado a partir de los nombres de los participantes y diferentes palabras relativas a la salud mental.
“Para las personas del centro que han participado en el mural, el hecho de poder pensar, diseñar y elaborar un mural sobre la salud mental, tiene un valor terapéutico. Reconocer lo que les pasa, tomar conciencia de ello y ofrecerlo a los demás de forma positiva y constructiva valorando la necesidad de cuidar la salud mental, es un proceso favorecedor de la recuperación”, explicó Francisco Berbegal, coordinador del centro.
El Centro de Día de Salud Mental Ranquines –perteneciente a Cáritas Diocesana Salamanca- nació en el año 2017 como recurso para personas con trastorno mental grave y en situación de exclusión social, de hecho el 70% de los usuarios están en esta situación. En la actualidad atiende a 40 personas y a otras seis en un programa especial de ayuda mutua, y ofrece a sus usuarios diferentes talleres como deporte, cocina, relaciones, educación emocional y habilidades cognitivas. Durante la pandemia y ante los que se denominó “ola de salud mental”, el centro llegó a atender a medio centenar de personas.
El ámbito de actuación del centro es provincial, y además de usuarios de Santa Marta y Salamanca, atienden también a personas de otros municipios como El Encinar, Alba de Tormes e incluso San Felices de los Gallegos. La buena marcha de este proyecto ubicado en Santa Marta se refleja en los nuevos horizontes que tiene en mente el centro y que quiso compartir públicamente Francisco Berbegal: “Uno de los retos para el año que viene es comprar una furgoneta con la posibilidad de poder recoger a algunas personas además, el equipo de desplazará a los pueblos para poder atender a domicilio o crear algunos grupos en las zonas más rurales y más alejadas de la capital”.